Tú, Señor, estás conmigo



El Señor es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará yacer:
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Guiaráme por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo:
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores:
Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida:
Y en la casa del Señor viviré para siempre.
Ah muerto un rey ... solo queda El Rey
3 Comments:
EL DESVARIO TOTAL...
esa es la idea
PERO DEBO RECONOCER CON UN ACENTO NETAMENTE TUYO...SOS UNICO
Publicar un comentario
<< Home