martes, septiembre 26, 2006

Malena canta el Tango


Homero Manzi es, para muchos, el mayor poeta del tango. En sus breves 44 años de vida fue periodista, hombre de cine y político de mutable militancia pero la actividad en que más destacó fue la de autor de letras a las cuales pusieron música los más notables autores de la brillante década del 40 del tango.

Quizás "Sur", musicalizada por Aníbal Troilo, sea su creación más lograda. Sin embargo, "Malena" es la más popular y la que ha sido interpretada por mayor número de cantantes, desde que Fiorentino la grabara en 1942. Además, es una incógnita no despejada quién fue la inspiradora de esos versos que describen a una intérprete inimitable, que canta el tango "con voz de sombra", cuya voz perfuma como "yuyo de suburbio". Sus ojos son oscuros, como el olvido, y sus labios apretados, como el rencor, y todo ello porque "Malena tiene pena de bandoneón". Se dice -aunque no se prueba- que Manzi escribió estos versos inspirados en una mujer argentina que en un bar de Porto Alegre interpretaba tangos y compartía copas con los clientes. La nostalgia y algo de alcohol hicieron ladrar a "los fantasmas de la canción". El poema fue musicalizado por Lucio Demare y desde su estreno se ha discutido quién sirvió de soplo poético a un Manzi a quien ya corroía la enfermedad que lo llevó a la tumba.

Malena no existe en estos días. Ella añoraba la noche de ayer, y ahora sólo se piensa en la píldora del día después.

MALENA

Malena canta el tango como ninguna
y en cada verso pone su corazón.
A yuyo del suburbio su voz perfuma,
Malena tiene pena de bandoneón.
Tal vez allá en la infancia su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol.
Malena canta el tango con voz de sombra,
Malena tiene pena de bandoneón.

Tu canción
tiene el frío del último encuentro.
Tu canción
se hace amarga en la sal del recuerdo.
Yo no sé
si tu voz es la flor de una pena,
sólo sé que al rumor de tus tangos, Malena,
te siento más buena,
más buena que yo.

Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios apretados como el rencor,
tus manos dos palomas que sienten frío,
tus venas tienen sangre de bandoneón.
Tus tangos son criaturas abandonadas
que cruzan sobre el barro del callejón,
cuando todas las puertas están cerradas
y ladran los fantasmas de la canción.
Malena canta el tango con voz quebrada,
Malena tiene pena de bandoneón.