viernes, diciembre 07, 2007

Dictadura monárquico-corporativa


Cuando comencé a interesarme en la política, en América Latina gobernaban casi puros dictadores militares. Poder y orden. A lo que se movía, se le disparaba, y lo que no, se pintaba. Mucha obra pública, bicentenarios y robatinas estatales. Ministerios y platas para los amigos.
El dictador Fidel le dio elegancia al tema, pero masificando la ruina y robando propiedad y libertad, igual que la dictadura elegida de Allende.
Otras no elegidas trascendieron: la de los militares brasileros y, después, la de los chilenos. Un liberalismo moderado y luego otro bastante más de mercado, apertura, libertad económica y Estado subsidiario, que ahora se enrarece por el aumento de impuestos, regulaciones y controles que cierran oportunidades a los chilenos medios y pobres, no ligados a los grupos de poder capitalista.

Ricardo Lagos, aunque elegido y sin gorra, calza bien con esta clásica figura latina. Gran corporativista, socialista, amado por los capitalistas que operan "protegidos" por regulaciones. Autor de un Estatuto Docente de ignorancia y flojera, ineficiente inamovilidad, anticompetitivo y promotor de la dictadura educacional de programas y pruebas, con textos "únicos", restricciones prohibitivas a las nuevas universidades, acreditaciones y francas reinterpretaciones de la historia, el arte y la ciencia -tipo Stalin-, que ignoran por completo nuestra reforma liberal y la moderna ciencia económica, que no se enseña para mantenernos en el dogma cavernícola de la lucha de clases.
Ya se ven intentos de llegar a una religión oficial, en sexo, hijos, familia, trabajo, historia, cultura, que comienzan a toparse con la Iglesia, que algo aprende de lo que se ve en Venezuela y Cuba. Lo de los países comunistas ya se olvidó.
El Estado grande y discrecional, típico de las dictaduras, comienza a perfilarse, con malos usos de dineros, legiones de inspectores y trámites que limitan la libertad y la posibilidad de obtener empleos privados. De los públicos, ¡olvídate!
La plata comunicacional sigue aumentando, como los premios, becas, créditos, libros y "clusters" innovativos para los amigos.

Lo clásico de las obras públicas explotó con Lagos: un ferrocarril, un Transanlagos, un metro y un puente Chacao "de bicentenario". Esto, además de las concesiones camineras, capitalismo inteligente y trato preferente a los grandes proyectos, evitando, eso sí, los temas complicados ligados al medio ambiente, la energía y los grupos sindicales y patronales: una dictadura corporativista.

Los elefantes blancos y el derroche fiscal liquidarán al país. Pero los concertacionistas, simplemente, no entienden que el progreso lo hacen los chilenos interactuando con libertad, con su plata y pocas regulaciones. Su ancestral totalitarismo los lleva a los controles y la vigilancia oficial en decenas de ministerios -algo clásico de las dictaduras, donde, al final, no conviene emprender nada sin apoyo oficial.

La eliminación de la alternancia en el poder ya es una realidad, tipo PRI, sobre todo después de la designación monárquica de Bachelet y Lagos W. para guardar el puesto. Las reelecciones no se eliminan, y nadie plantea limitar el poder del dictador legal, para dárselo a regiones, municipios, partidos, empresas y familias. Más bien se propone aumentarlo, a costa de jueces y parlamentarios, quizás mediante plebiscitos "democráticos", tipo Chávez, y un presupuesto fiscal que siga creciendo, como, por cierto, lo viene haciendo año tras año desde 1990.

miércoles, diciembre 05, 2007

Oferta campamento verano‏


Estimadas amigas y amigos:
Junto con expresarles un cordial saludo les envío adjunto una atractiva alternativa para realizar sus campamentos, solo para grupos scout.
OFERTA ESPECIAL PARA ENERO Y FEBRERO 2008
$ 10.000 POR 6 NOCHES 7 DIAS EN CARPA.
Para cualquier consultacomunicarse con
Helvia Santander N.Gestión Comercial Centro de Eventos PicarquínAv. Ricardo Lyon Nº 1085, ProvidenciaFonos 341 50 70- 225 75 61Fax 225 65 51Mail: picarquin@picarquin.clWeb: www.picarquin.cl

Etiquetas:

IPC e Imacec: ¿Una Sorpresa?


El bajo crecimiento es reflejo de malas políticas públicas.
En una primera lectura, las cifras dadas a conocer ayer fueron sorpresivas. Por una parte un Imacec de 2,8% y, por otra, un IPC de 0,3%. Ambas más bajas de lo esperado por la mayoría del mercado para lo que pueden encontrarse múltiples explicaciones puntuales, como las del ministro de Hacienda, Andrés Velasco.Sin embargo, al revisar las cifras en perspectiva, no resultan muy extrañas.
De hecho, lo que sorprende es que esta mezcla de baja expansión y alta variación de precios no se haya dado antes.Con un PIB tendencial de 5% y nulas iniciativas provenientes del gobierno tendientes a elevar los tres elementos que explican el crecimiento de largo plazo (inversión, la productividad total de factores y fuerza del trabajo), qué otra cosa se puede esperar que no sea una economía que apunta hacia abajo hasta promediar un avance de 5,2% en lo que va de 2007. Existen muchos ruidos que van en la dirección contraria, como “amenazas” de cambios a la regulación laboral que apuntan a rigidizar el mercado.
Al parecer, el Gobierno se durmió en los “laureles” descansando en una elogiada macroeconomía, y postergó reformas micro por presiones de grupos, como bajar las indemnizaciones por años de servicios y moverse hacia la adaptabilidad laboral en términos generales, o hacer una reforma tributaria que disminuya la carga a las Pymes o clase media.Por el lado de la política monetaria, en tanto, las cosas tampoco se han hecho bien. El argumento a favor del Banco Central es que mucha de esta inflación se explica por shocks de oferta. Pero durante muchos años se ha mantenido una tasa de interés expansiva, e incluso negativa en términos reales, como ocurre actualmente (-0,75%). Contra todo pronóstico, en enero bajaron 25 puntos base la tasa, pese a que la propia autoridad ha manifestado en forma reiterada que el cierre de brechas de capacidad de la economía es inminente.Peor aún, su manejo de política se da en un ambiente de aumento del gasto fiscal de 8,9%, agregando mayor velocidad a la demanda interna; salarios que siguen subiendo sobre 8% en 12 meses y expectativas de mercado que comienzan a apuntar a un IPC sobre el 3% de meta del Central.
Así, este escenario de pobre Imacec e inflación elevada son reflejos de malas políticas públicas y decisiones erradas en lo monetario.