viernes, febrero 24, 2006

¡¡¡BLASFEMIA!!!

Es una palabra injuriosa contra Dios o contra las personas y cosas sagradas. Atenta contra el segundo mandamiento, que prescribe respetar el Nombre del Señor y prohíbe expresiones de odio, reproche, desafío, menosprecio y abuso del mismo. El Derecho ampara el respeto debido a la conciencia y creencia religiosa (artículos 2, 16 y 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos). Dado que los creyentes en Dios se confiesan herederos de sus promesas y testigos de sus atributos, la blasfemia dirigida contra la divinidad se extiende a sus adoradores y configura una directa agresión contra su conciencia y su honra. El artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos les reconoce, a los creyentes así atacados en su honra, el derecho a la protección de la ley contra tales ataques.

Hace 10 años, un grupo de abogados cristianos tomó en serio estas verdades y recurrió de protección a los Tribunales de Justicia de Chile, para que éstos hicieran efectiva la garantía constitucional de respeto y protección a su honra. Una película, “La Ultima Tentación de Cristo”, deformaba la imagen del Fundador de la religión cristiana y Cabeza de la Iglesia en términos tan injuriosos, que su exhibición no podía menos de afectar, en modo grave, la honra de quienes están bautizados en su Nombre. El recurso fue acogido y fallado favorablemente por la Corte de Apelaciones y luego por la Suprema, en ambos casos por unanimidad. Esa película no podía y no puede exhibirse en Chile, por haber sentencia ejecutoriada cuyo fundamento permanece: se trata de la honra de Cristo y de su Iglesia, gravemente menoscabada por dicho filme. La posterior supresión legal de la censura cinematográfica, urgida desde Costa Rica, dejaba intacta la vigencia de este fallo inapelable: con o sin censura de por medio, el filme era y seguirá siendo blasfemo y en consecuencia agresor de la honra de los bautizados en Cristo. No obstante lo anterior, fue finalmente exhibido en los cines y más tarde, en horario prime, por la Televisión del Estado de Chile: el mismo Estado que a través de su órgano jurisdiccional competente lo había prohibido. El respeto a la conciencia y creencia religiosa, y la protección garantizada a la honra de quienes la profesan quedaron convertidos en letra muerta.

El Occidente cristiano, que parece día a día empeñado en renegar de su matriz cristiana, ha escogido el camino más apto para consumar su apostasía: exaltar la libertad como el valor supremo. Es su ícono del progresismo. En verdad es retrógrado: retrotrae la historia a la escena del pecado original. Libertad sin límites, Saber y Ser sin límites, es el grito prometeico de rebelión contra el Unico que Es sin límites. Para colmo, ni siquiera define lo que entiende por libertad, sólo lo deja deducir de los hechos: libertad es hacer todo lo que el individuo, en su autonomía, quiera hacer. Destituida así de su correlato intrínseco, que es la responsabilidad, la libertad se autodestruye y destruye a sus adoradores. En el nombre de la libertad se desencadenan guerras de destrucción masiva y se sacrifican 60 millones de vidas inocentes cada año, en el seno de sus madres.

Otras culturas, más fieles a sus raíces, mejor conscientes de que la Fe es Vida y de que la muerte de Dios es la muerte del Hombre, resguardan con apasionado celo la integridad de Dios, de sus profetas, de sus leyes, tradiciones y lugares sagrados. Ellas quisieran, debieran hacerlo mediante los recursos que franquea el Derecho. Pero si el Derecho se burla de sus derechos ¿cómo instrumentarán su legítima defensa de la honra de Dios y propia?

TOLSTOI



A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.

martes, febrero 14, 2006

El Penique Negro

Hola montón de mequetrefes
Hace unas semanas atrás paseaba con Elizabeth por el centro de santiago cuando recordó que le había dicho que habían paseos subterráneos en el centro.
Acto seguido la lleve a los paseos que aun estaban abierto, al pasar por estos lugares vi varios locales entre ellos el la zapateria el Griego y El Penique Negro.
Varios días después mientras recordaba esos gloriosos días en Fu ta Lang fu, chai ten, Coy hain quen y otros …ahhh el olor de napalm por la mañana signo de …victoria.
En fin…como ha cambiado la geografía comercial de Santiago. En un abrir y cerrar de ojos han bajado la cortina varias tiendas, locales y restaurantes que parecían vitalicios.
Muy luego ustedes imberbes , pocos se acordarán dónde estuvieron el Santos, el Chez Henry o el Waldorf, así como ya casi nadie sabe dónde estuvo el Goyescas.
No obstante, hay algunos negocios que, más allá de los años, siguen tan vigentes como antes, verbigracia, la Casa Barros que, desde 1910, mantiene su presencia en el Pasaje Matte, esquina de Estado.
Lo curioso, lo llamativo, es que un rubro que parecía destinado a tener poca vida, como la filatelia, sigue vivito y coleando en el Pasaje Agustín Edwards. Hablo de El Penique Negro, un local que debe estar bordeando los sesenta años. Lleva el nombre de una de las estampillas más caras del mundo, aunque Sergio Heize, su propietario, me dice que “ahora hay otras tan caras o más que ella”.
Pero no sólo de estampillas vive el Penique. También veo una colección de trenes en miniatura, insignias nazis y cassetes con marchas alemanas (misterioso) y una serie de billetes de todo el mundo que hacen agua el bolsillo. A Sergio Heize, distinguido por la Sociedad Filatélica de Chile, le gustaría hacer evocaciones del Santiago que se fue, pero un problema cerebral le ha borrado parte de la memoria. Con todo, siempre está al pie del cañón, atendiendo a la clientela en un negocio que tiene su sello...

PD: SE ACERCA EL DIA DE SAN VIOLENTIN UN DIA FELIZ PARA MUCHOS Y DE INTERROGANTES PARA OTROS.